Arbusto perennifolio que con los años se convierte en un árbol de hasta 15 m.
Corteza lisa de color grisáceo.
Las ramas son erectas y forman una copa muy densa.
Las hojas de laurel son brillantes y muy aromáticas, tienen forma de óvalo puntiagudo y miden 10 cm de largo.
En la antigüedad clásica (Grecia y Roma), las coronas de laurel trenzado eran símbolo de victoria y gloria.
El fruto parece una oliva pequeña negra. De él se extrae una sustancia muy aromática constituida por "pineo" y "cineol" que se utiliza en farmacología.
Las flores, que salen al final de la primavera, son pequeñas, amarillas y más bien insignificantes.
Las hojas duran mucho tiempo como elementos decorativos en estado fresco y combinados con coronas, ramos, y trenzas culinarias.
Una infusión de las hojas combate la flatulencia.
Las hojas secas se desmenuzan para los popurríes.
CULTIVO
Fácil de cultivar en tiesto, no requiere especiales cuidados.
Necesita un lugar protegido de las heladas.
Conviene plantar los árboles jóvenes en primavera; prefieren un suelo rico, bien drenado y un lugar resguardado y con sol.
Los inviernos severos podrían matarlos si están demasiado al descubierto.
Por esta razón, el laurel suele cultivarse junto a una pared, o bien en macetas o tinas.
Los árboles suelen recortarse en formas artísticas, como la tradicional esfera, y son elementos decorativos habituales en porches, terrazas e interiores.
Se multiplica fácilmente con esquejes, que se plantan en verano.
Las hojas se recogen, para utilizar frescas, todo el año.
Si se quieren secar se cortan pequeñas ramitas o las hojas, principalmente en otoño.
Para secar las hojas, simplemente basta con colgarlas en ramos en un lugar cálido y seco.
Las hojas adquieren un sabor y aroma más pronunciado si se ponen a secar en la oscuridad, sin que se vuelvan pardas.
FUENTE: http://fichas.infojardin.com
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