Es una enredadera grande y leñosa. Pertenece a la familia de las Rubiáceas y es originaria de zonas tropicales de América del Sur.
Su nombre más popular con el que se conoce se debe a sus espinas que parecen uñas. Existen diversos tipos de uña de gato en el mundo. La variedad uncaria tomentosa es la más estudiada y a la que se le atribuyen más propiedades.
Se ha utilizado en el tratamiento del asma y para promover el proceso de cicatrización de heridas. Se conoce su uso para el dolor en las articulaciones (propiedad antiinflamatoria), problemas estomacales. Es un anticoagulante (propiedad fuidificadora de la sangre) por ello se indica en personas que tienen problemas de mala circulación (ateroesclerosis) previniendo accidentes cardiovasculares.
Se ha empleado para tratar afecciones del tracto urinario, inflamaciones, cirrosis, gonorrea y diarrea. Se han registrado también buenos resultados en aplicaciones externas (decocción de su corteza) en dolores musculares y de articulaciones, acné, hongos, artritis y artrosis.
La Uña de Gato tiene una toxicidad baja (recordar que la gran mayoría de las plantas medicinales en menor o mayor incidencia son hepatotóxicas, por eso nunca se debe exagerar en su consumo). Según estudios recientes, el jugo de los tallos y las raíces reforzarían el sistema inmunológico.
Atención: No debe suministrarse a niños ni a mujeres embarazadas o lactantes. Dosis altas pueden causar diarrea, presión arterial baja, mareo y hematomas o sangrado de las encías.
Se conocen interacciones con algunos medicamentos como: lovastatina, cetoconazol, itraconazol, fexofenadina y triazolam.
FUENTE: http://www.plantasquecuran.com
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